Pez - Estrellita

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Érase una vez una pececita que vivía en el rio, se llamaba Estrellita y tenía un amigo que se llamaba Mario. Esta pececita era muy coqueta, vivía enamorada de todos los pececillos, un día se encontraba en lo profundo del lago y encontró a un pez que brillaba por su colorido y la pececita estrellita se enamoro de este. Sin embargo no sabía cómo expresarle sus sentimientos, entonces le consulto a su amigo Mario, él le dijo que fuera sincera con ella y le dijo que hiciera lo que le dijera su corazón, pero Estrellita estaba un poco confundida, ya que su corazón le decía una cosa y su razón otra, entonces Estrellita no pudiendo tener una solución para este problema, decide dejar las cosas así, sin resolver nada y sin decirle nada al pececito que le gusta, Estrellita estaba triste, ya que había decidido callar su corazón, pero de pronto se entero que habían llegado unos extraños animales al arrecife, eran muy diferentes y eran micos con máscaras de oz, secuestraron a su amor.


DESARROLLO

Ella acude de inmediato a un experto de la superficie, consulto a un gran elefante policía de gran reputación, este aceptó la misión, se puso su máscara de oxígeno y partió con estrellita. El elefante presumía que habían partido hacia lo más profundo del Amazonas, pues se rumoraba que allí había gran riqueza y sobretodo alimento, que pues en esos tiempos escaseaba, en su travesía se encontraron con unos gatos con máscara y a Estrellita le daba temor que se la comieran, pero tenían que pasar por exactamente por donde ellos, el elefante policía le dijo: No te preocupes yo te cuidaré, y mientras que pasaban una de las gatas les pregunto, de una manera muy alegre y cordial. Hola, ¿ustedes no son de por acá?, les pregunto mientras jugaba y nadaba con otras gaticas.
 Al pasar el tiempo, y Estrellita seguía en camino buscando a su amor, sin pensar que a su lado iba con ella un hombre, y uno de verdad. El elefante policía se enamoró de Estrellita y ella solo hablaba de su amor.


DESENLACE

Éste logró que ella viera al pececillo como un gran amigo y se enamoró perdidamente del hombre, éste le propuso matrimonio y ella aceptó, se casaron frente a todos, con su amigo al cual habían rescatado, el sacerdote era un pingüino bastante polémico y de luna de miel entre los amigos de los novios y el padre, le regalaron a la novia una vajilla y al novio, una noche entera con “las gatas alegres”.